"Príncipe Valiente permanece como, sino la obra más digna y pura que el arte de los comics ha dado, sí como la más honrada, y a la larga más profunda por su carácter eminentemente artesano y orfebrístico, que el tiempo ha valorado al alza y que algunos aficionados la subieron al pedestal de las grandes obras. Aunque suene como algo ingenuo, el tiempo puede convertir la artesanía en arte."
Se podrían decir muchas cosas de esta magna obra y todas buenas. En una época de ediciones en color, la edición de Manuel Caldas, de 2006-2008, en blanco y negro, y grises (las tramas) adquiere un significado relevante: perfectamente restaurada, permite percibir en 33 centímetros de altura de mancha de página, los más recónditos detalles de cada dibujo que se creían perdidos para siempre. La excelente traducción es de Rafael Marín.